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El uso del chupete es un tema que ha generado mucha controversia entre padres, pediatras y especialistas en desarrollo infantil durante muchos años. Por un lado, se dice que puede calmar y tranquilizar al bebé, reducir la probabilidad de síndrome de muerte súbita del lactante y favorecer la succión no nutritiva. Por otro lado, se argumenta que puede interferir con la lactancia materna, afectar el desarrollo de los dientes y la mandíbula, y retrasar el habla y el lenguaje.
Si bien es cierto que cada bebé es diferente y que las necesidades y preferencias de cada familia también pueden variar, hay algunas recomendaciones generales que pueden ser útiles para decidir cuál es la mejor posición para usar el chupete. A continuación, se presentan algunas consideraciones a tener en cuenta:
1. No usar el chupete como primer recurso
Antes de recurrir al chupete, es importante asegurarse de que el bebé no tenga hambre, sed, frío, calor, dolor o alguna otra necesidad básica insatisfecha. El chupete no debe ser el primer recurso para calmar al bebé, sino una opción secundaria después de intentar otras formas de consuelo como el contacto piel con piel, la lactancia materna, el canto, el masaje o la conversación tranquila.
2. Introducir el chupete alrededor de la tercera semana de vida
La mayoría de los pediatras y especialistas recomiendan esperar al menos unas semanas después del nacimiento antes de ofrecer el chupete al bebé. Esto se debe a que los primeros días y semanas son cruciales para establecer la lactancia materna y la relación afectiva entre la madre y el bebé, y la succión del pezón es diferente a la del chupete. No obstante, si el bebé está sano, ganando peso adecuadamente y la lactancia materna está establecida, se puede ofrecer el chupete alrededor de la tercera semana de vida.
3. Elegir un chupete apropiado para la edad y necesidades del bebé
Existen diferentes tipos de chupetes que se adaptan a las necesidades y gustos de cada bebé. Algunos tienen tetina anatómica, que imita la forma del pezón materno, mientras que otros tienen tetina fisiológica, que se adapta a la boca del bebé. También hay chupetes con diferentes formas, tamaños, texturas y materiales, como el látex o el silicona.
Es importante elegir un chupete que sea apropiado para la edad del bebé, ya que los chupetes demasiado grandes o pequeños pueden interferir con la succión adecuada y causar malestar. También es importante elegir un chupete que sea fácil de limpiar, resistente y libre de sustancias tóxicas.
4. Colocar el chupete en la posición adecuada
Una vez que se ha elegido un chupete apropiado, es importante colocarlo en la posición adecuada en la boca del bebé. Idealmente, la tetina del chupete debe estar en la misma posición que el pezón durante la lactancia materna, es decir, centrada en el paladar y con la lengua debajo. Esto permite que el bebé succione de forma natural y no cause daño en el desarrollo de la mandíbula y los dientes.
Para colocar el chupete correctamente, se debe sostener la tetina con los dedos pulgar y corazón, y apoyar la base del chupete en los labios. Luego, se debe esperar a que el bebé abra la boca y colocar la tetina en la posición adecuada, sin forzarla ni empujarla hacia la garganta.
5. Evitar el uso prolongado y excesivo del chupete
Aunque el chupete puede ser útil en ciertas ocasiones, es importante no abusar de su uso ni dejar que se convierta en una dependencia. El uso prolongado y excesivo del chupete puede interferir en el desarrollo de los dientes y la mandíbula, retrasar el habla y el lenguaje, y crear hábitos poco saludables.
Por lo tanto, se recomienda limitar el uso del chupete a ciertas situaciones, como antes de dormir, durante los cambios de pañal, durante los viajes en carro o avión, o cuando el bebé está enfermo o dolorido. También se recomienda ir reduciendo gradualmente el uso del chupete a medida que el bebé crece y se desarrolla.
En conclusión, la mejor posición para usar el chupete es aquella que permite una succión natural y cómoda, sin interferir en el desarrollo de los dientes y la mandíbula, ni en la lactancia materna. Para lograr esto, es importante elegir un chupete adecuado para la edad y necesidades del bebé, colocarlo en la posición adecuada en la boca, evitar el uso prolongado y excesivo, y priorizar otras formas de consuelo y contacto afectivo.
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