Una silla de paseo que no falla cuando más la necesitas
En la Picky no hay trampa ni cartón: madera de verdad. Te la llevas puntual del hospital y después la usas todos los días sin quejarse.
El chasis de acero, ligero y robusto, aguanta el desgaste de bordillos, aceras imperfectas y transporte en el maletero.
Es una silla sólida pero práctica: con manillar cerrado para mayor control y plegado con una sola mano, sin piezas sueltas ni dramas en la calle.
¿Por qué la Picky sí funciona?
Del nacimiento hasta 15 kg, sin historias raras.
Respaldo ajustable en cinco posiciones, para dormir, mirar o sentarse sin quejarse.
Reposapiés regulable, para que no le cuelguen las piernas en cada paseo.
Capota amplia, extensible y con ventana, para proteger y ver al peque.
Ruedas giratorias delanteras, fijas o bloqueables, para adaptarse a lo que pide la acera.
Barra frontal desmontable, arnés de 5 puntos y freno trasero, la seguridad que no se improvisa.
Dimensiones que importan
Pesa solo 8,5 kg (un poco más de lo que esperas, pero realmente manejable) y se pliega a 85 × 55 × 28 cm, tamaño compacto que no ocupa medio maletero.
Y cuando está abierta mide 83 × 57 × 100 cm, suficiente espacio para que tu bebé vaya cómodo sin que la silla sea un trasto enorme.
Una silla que sobrevive al uso real
Testada para cumplir con la normativa EN 1888, está pensada para pasar años de paseos, parque y vida cotidiana sin romperse. Llueva, nieve o llueve.
Opiniones de usuarios reales
“La uso a diario y es manejable, resistente y plegable con una mano. Contentísima.”
“Cumple igual en ciudad que de viaje, y se pliega rápido.”
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